3.2.11

Hambre y carne abierta

Algo cede en mí, mi cuerpo de tus manos, mi mente de tus susurros, mis ojos de tu cuerpo…algo prende de mi y asciende por ti…como lava caliente derritiéndose por el flujo de tu ser…


Algo cede en mi; cuando tus yemas pasean mis pliegues, cuando tus uñas rastrean mi espalda, cuando tus gemidos atentan mi desmedida, cuando tu cómplice lujuria me tienta sólo deseo….


Algo cede en mí y te conviertes en la guía de mi cuerpo, en la vía de mi deseo, en la mira de mi sexo… Algo cede en mí, incendiándose con ella, vertiéndome sobre ella como cera derretida… enfriándome sobre su piel consentida…



Algo cede en mi y deja borracho al deseo, atado el cuerpo, vendados los ojos y mis labios amordazados de lujuria…..Algo cede en mí; de mi cuerpo en vilo, de mi sangre efervescente, de mi mente en hilo…



Algo cede en mí, de tu ausencia que me marea la vida prometida que esta por no llegar… dolor como preludio, y sólo como preludio del que tiene que llegar.


Esquirlas donde algo cede en mí, en el crepúsculo de un día cualquiera, que flotan ausencia adherida a la carne…
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